El reto era desarrollar un packaging innovador, con una experiencia de unboxing que trascendiera su función protectora. Hemos creado un diseño de packaging inspirado en el furoshiki, la tela tradicional japonesa utilizada para envolver y transportar objetos. El pañuelo se convierte así en un complemento en sí mismo. Una ilustración de una fresa, con un estilo desenfadado, cubre todo el formato y evoca la grandeza del monte Fuji.

En el interior, el packaging contiene las OKU Berry, originarias de Japón y reconocidas como una de las variedades más apreciadas del mundo. También incluye un librillo en formato acordeón que explica las características de las frutas. De este modo, el packaging refuerza la singularidad y el carácter premium del proyecto.